lunes, 7 de abril de 2014

Couso 06 abril 2014

86. Couso 06 abril 2014 


Durante 11 años la historia de José Couso ha sido explicada, reportajeada y expresada de múltiples formas. El acto de conmemoración de los once años desde el asesinato del cámara de Telecinco José Couso a manos del ejército estadounidense en el hotel Palestina empezó con un profundo grito, que ojalá no se hubiese celebrado. La justicia se paga cara y en ocasiones como esta simplemente no se paga, se paga por una familia que tras más de una década sigue gritando y defendiendo la memoria de Couso, una familia que subió al escenario con los nombres de los asesinos escritos en un papel. Una madre que grito frente a la embajada que protege a estos asesinos. Delante de una bandera de barras y estrellas detalló, como ya ha repetido hasta la saciedad, las injusticias para con su hijo. No sólo se quedaron con su vida sino también con las que los rodean víctimas de un asesinato sufridores de la injusticia.

Sin duda es un crimen de guerra como gritábamos desde nuestras consignas pero, sobre todo, lo ocurrido es un crimen del miedo. Del miedo de unos políticos a reclamar a América, del miedo de unos cuantos asesinos de aceptar su hazaña, del miedo de muchos a alzar su voz contra la barbarie. Como el hermano David Couso comenzó “sólo quieren que lloremos a nuestros muertos desde nuestras casas” el silencio y olvido son dos fronteras con las que esta familia lucha. Pero la frase que apunté aquella que en tu pensamiento gira y gira horas después es una de las pronunciadas por la madre de Couso “mientras pueda pensarte no habrá olvido”. Una frase que explica muy bien la valentía de los Couso.

También hubo muestras de reconocimiento por parte de la familia al juez Pedraz digamos que le agradecen hacer su trabajo y defender esta causa en un país en que la justicia universal acaba de ser aniquilada, sí un bombazo como el que atravesó la habitación de hotel pero en los derechos de todo un país. Un duro revés para todos nosotros que permanecemos impasibles, nos quitan el empleo, el dinero, la comida, la luz… ¿cómo vamos a pensar en la justicia? Si sólo respiramos.



Fotografías con copyright © Patricia G. Photos