30. Vaticano
Quinto día, el reservado para la Ciudad del Vaticano... tiendas a la entrada un país concentrado en una manzana...
Quinto día, el reservado para la Ciudad del Vaticano... tiendas a la entrada un país concentrado en una manzana...
Es el único lugar de Roma que me defraudó algo. Quizás por todas las películas, noticias y millones de veces que ya había visto la imagen al llegar me pareció menos de lo esperado. También la "trifulca" con uno de los guardias cristianos que pensaron que mis rodillas eran demasiado sexies para entrar en la Basílica de San Pedro. Vestido nada escotado, nada provocativo... pero el negocio está montado compras un "bonito pañuelo" por 10 euros a la entrada y da lo mismo si vas en biquini (pude comprobarlo). Ya que al comprarlo, aunque sea transparente todo tu cuerpo no le importa a San Peter los 10 euros te curan el pecado jajajja. Una amable señora me prestó un pañuelo y pude entrar... aún estaría allí jj
Anécdota a parte y con el cabreo y mi "posible detención" ante la frase: "La virgen también tiene rodillas" comenzamos a ver la Basílica. Imponente, pero con algo característico sólo se adoran a papas, sacerdotes y miembros de la Iglesia.. pocos santos, vírgenes o crucifijos en sus paredes recubiertas de mármol.
La siguiente parada era buscar la Capilla Sixtina, teníamos ganas de verla pero no mucha idea de dónde encontrarla en los Museos Vaticanos... pasillos y pasillos de armarios, orfebrería, cuadros y escaleras... y al final por unas pequeñas escaleras que no hacen justicia al la sala final llegamos a la Capilla Sixtina. Aunque no se podía hacer fotos, hablar, mirar... conseguí hacer ésta.. con la oportuna reprimenda del guardia vaticano. Vamos que casi se me llevan otra vez detenida.
Lo de impresionante lo suponía pero lo más impactante es la cantidad de información que contiene no me extrañan los libros, las leyendas y las conjuras sobre este rincón de mundo. Pasar horas con un prismático es más común de lo que parece. Una simple vista no vale con esta sala que por cierto para qué la usan...
La tarde con la calor asfixiante fue complicada, más si David pierde el mapa y estamos en la otra punta de Roma. El Castillo de Saint Angelo me dejo la segunda fotografía que más me gustó.
La primera es una de David mirando en una ventana "algo escondida" del Vaticano me recuerda mucho al cuadro Muchacha en la ventana, un famoso cuadro del artista español Salvador Dalí. Además, no creía que el castillo me iba a sorprender tanto, sobre todo, lo que más me gusta encontrar rincones o ventanas como estas dos fotografías que plasman directamente lo que vemos.
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Para terminar en nuestra vuelta casa vimos una sesión de fotos de una boda nipona. Me encantarían esas fotos en Roma
Fotografías con copyright © Patricia G. Photos
1 comentario:
Hija. Qué maravilla de fotos. Es impresionante la sensibilidad que ponen de manifiesto.
Y me gusta mucho también el texto que las acompaña.
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